Durante siglos, viajeros y comerciantes de toda índole cruzaron nuestras montañas a través de los principales pasos naturales. Mucha importancia en este contexto tuvieron las ventas y alberguerías, situadas siempre en lugares estratégicos de estos caminos. Los venteros tenían obligación de dar cobijo y prestar ayuda a los viajeros que lo necesitaran. Ventaniella fue una de estas ventas, ejerció además como hospital y fue apreciada casería por los buenos pastos que la rodean. Una pequeña ermita de origen medieval completa este peculiar conjunto.

Actualmente es un paraje recóndito, las principales vías de comunicación por carretera hacia Castilla se olvidaron de este paso, confiriendo al lugar una belleza singular, anclada en el tiempo, testigo mudo de otros tiempos, de otros caminos.

Los vecinos de Sobrefoz, a cuya parroquia pertenece, son los encargados de su mantenimiento. Los tiempos han cambiado pero continúa la tradición y Ventaniella sigue funcionando como venta y albergue de montaña para todo tipo de excursionistas. Un interesante lugar para visitar.

Texto e imágenes: Asociación hostelería y turismo de Ponga